Si tenemos un antojo enorme de ir a Junior’s a zamparnos su strawberry cheesecake pero nos pilla a desmano llegar a Grand Central Station, baja al supermercado y hazte con un par de tarrinas maxi de queso Philadelphia porque hoy vamos a cocinar la auténtica New York Cheesecake.
Las recetas para hacer una sabrosa tarta de queso son interminables. A mi me gusta que la crema tenga mucha consistencia pero que sea muy delicada y para conseguir esto, creo que esta receta va genial. Hay otras tartas de queso más aflanadas pero para mi son ya otra cosa, no una auténtica chessecake. Sin embargo, este tipo de tarta con una crema tan versátil admite jugar y probar con diferentes sabores. Os dejo una fantástica selección de recetas especiales que seleccionó el Telegraph Food con ingredientes tan sugerentes como el aguacate, la lima, el ruibarbo… yo estoy deseando probar.
¿Vamos a la compra?
Para 6-8 pax
1 paquete y medio de galletas María Integral
100 gr. de mantequilla
700 gr. queso blanco de untar
150 gr. de azúcar blanquilla
5 huevos (usaremos 2 yemas)
2 cucharas de harina
125 gr. de nata con 35% de grasa
unas gotas de vainilla
¿Cómo lo hacemos?
- Precalentamos el horno a unos 180ºC.
- Trituramos las galletas, si puede ser en una picadora quedará una arena mucho más fina y procesada. Puedes usar las galletas que más te gusten a ti siempre que no tengan nada de crema.
- A la arena de galletas añadimos la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclarlo todo muy bien para que las galletas absorban la grasa y humedad de la mantequilla y quede una pasta homogénea.
- Forramos el fondo y las paredes del molde que vayamos a usar presionando bien para que quede un buen grosor. Mi recomendación es que el molde sea redondo desmontable y evitar los de silicona para este tipo de elaboraciones. Lo metemos en el horno para que se dore y compacte unos 10 minutos. Después de este tiempo subimos 20º C el horno (200ºC).
- Vamos a preparar el relleno, una fantástica crema a base de queso Philadelphia (o similar) que hay que batir hasta que consiga una textura cremosa.
- Añadimos los siguientes ingredientes poco a poco y vamos batiendo cada vez. Azúcar, harina y vainilla (puedes usarla en el formato que más te guste: pasta, líquida, varilla…)
- Añadimos 3 huevos completos y 2 yemas. Lo último que ponemos es la nata.
- Ya tenemos nuestra cremosa y aromatizada crema lista para verte sobre la base de galleta que teníamos en el horno.
- El truco de esta tarta está en su lenta cocción para evitar que se amalgame y se agriete, así que métela en el horno a 200ºC unos 20 minutos después, baja la temperatura a 100ºC y déjala cocer durante algo más de una hora. Tras este tiempo, apaga el horno y abre la puerta para que se vaya enfriando poco a poco durante una hora.
- La New York Cheesecake se come totalmente fría y acompañada o cubierta de mermelada de algún fruto rojo. Yo en esta ocasión le puse una mermelada de zarzamora del Valle del Jerte. También podéis comprar frutos rojos congelados y hacer una salsita con ellos, un poco de agua y 3 ó 4 cucharadas de azúcar, en función de lo dulce que os guste.
Pingback: Lubina asiática en la terraza de Otoño | Ponle römero
Mi postre favorito sin duda. Menuda pinta tiene. Os agradezco que me abráis el apetito con este post. Un saludo y buen trabajo!!
Me gustaMe gusta